Como ya describía en la entrada anterior muchos de los
pacientes presentan sedación en diferentes momentos, sin embargo he podido
observar durante el tiempo que llevo de prácticas que puntualmente algunos de
ellos (dos que recuerde) han sido monitorizados mediante el índice biespectral,
lo que me llevó a preguntarme ¿qué diferencia hay entre unos pacientes sedados
y otros?, ¿cuándo se emplea esta monitorización? por ello he decidido
documentarme y realizar esta entrada.
El índice biespectral (BIS) es un sistema de monitorización
no invasiva que funciona mediante la
adquisición de datos obtenidos a partir de señales electroencefalográficas
que permiten una cuantificación del nivel de sedación del paciente.
Se emplea un sensor colocado en la frente del paciente para
transmitir las señales del EEG desde el paciente hasta un convertidor de señal
digital, el cual digitaliza la señal y la envía a un monitor para su
procesamiento y análisis. En la unidad el sensor se conecta a un módulo
integrado que hay en el monitor del paciente, que procesa la información
del EEG continuamente y calcula un número entre 0 y 100, donde 0 indica la
ausencia de actividad eléctrica cerebral (EEG plano) y 100 indica que el
paciente está despierto.
De
este modo el BIS proporciona una medición directa del nivel de consciencia del
paciente y de su respuesta a la sedación (a menor valor indica una sedación más
profunda). El monitor además aporta
información sobre la calidad de detección de la señal del EEG (índice de
calidad de la señal ICS), un valor por encima del 80% informa de una adecuada
transmisión de la señal, por lo que podremos fiarnos del valor del BIS.
Valores entre 40-60 garantizan
una sedación profunda y evitan cuadros de despertar y recuerdo en pacientes
tratados con bloqueo neuromuscular. Valores por debajo de 40 se consideraría
como sobresedación.
Tanto la infrasedación como la sobresedación tienen efectos sobre la morbimortalidad. La infrasedación produce estrés, ansiedad y agitación, desadaptación del paciente a la ventilación mecánica -con la consecuente hipoxia e hipercapnia- y supone un riesgo potencial de autorretirada del tubo endotraqueal, de catéteres, drenajes, etc. Esto a su vez incrementa el disconfort y la ansiedad, produciendo un círculo cerrado que empeora los problemas. Más frecuente que la infrasedación es la sobresedación. La sobresedación provoca retrasos en el despertar y en el destete, prolonga el tiempo de ventilación mecánica y, por tanto, el aumento de las complicaciones asociadas.
Por lo que es necesario valorar adecuadamente el nivel de
sedación.
La evaluación de la sedación se
ha realizado sobre todo, a partir de las constantes vitales del paciente o
mediante escalas clínicas de sedación. En algunos casos estos procedimientos no
son suficientes para conseguir una
valoración óptima del paciente, por lo que el índice biespectral es el método
más estudiado y extendido para conseguir
una valoración objetiva de la sedación en el paciente crítico.
Se recomienda la monitorización del índice
biespectral (BIS) en pacientes críticos que necesiten sedación profunda y en
los tratados con bloqueo neuromuscular.
En cuanto a la sedación profunda
las escalas
subjetivas no son lo suficientemente sensibles para valorar el grado de
sedación profunda. Por ello está indicado el uso del BIS. Si la sedación profunda es el objetivo, un valor BIS entre
40-60 debería ser apropiado para la mayoría de pacientes críticos. Un valor BIS
superior a 60 en pacientes sedados profundamente según la exploración clínica,
debería hacernos revisar el índice de calidad de la señal (y el EMG) o la correcta
colocación del sensor.
En cuanto a pacientes tratados con bloqueantes
neuromusculares como va a haber ausencia de respuesta motora, y las escalas de
sedación valoran la respuesta a estímulos, es necesaria la monitorización BIS
para valorar el grado de sedación, reducir la incidencia de despertar y
recuerdo en pacientes con bloqueo neuromuscular. Se recomienda mantener
valores entre 40 y 60, en situación basal, y entre 60-70 si el paciente es
estimulado.
La monitorización BIS también es
útil en el coma barbitúrico como guía para conseguir cuanto antes el objetivo
terapéutico y en la valoración pronóstica del daño cerebral (coma no
terapéutico). El BIS podría ser, también útil, asociado a
la exploración clínica neurológica en el cribado de pacientes con sospecha de
muerte cerebral, acortando el periodo de observación para la detección
precoz del silencio eléctrico cerebral.
En conclusión para
las sedaciones ligeras, las escalas aportan mayor información. En caso de
pacientes profundamente sedados con puntuaciones de sedación clínica máximas
(Ramsay 6, RASS - 5, SAS 1) y en pacientes con bloqueo neuromuscular, el BIS es
más sensible y ofrece una valoración más precisa que las escalas subjetivas. En
cuidados intensivos, la tendencia actual opta por posicionar la monitorización
BIS como complemento de las escalas de sedación disponibles y en ciertas
situaciones clínicas como las ya mencionadas. Pero de momento no hay suficiente
evidencia para apoyar el uso rutinario y generalizado del BIS en cuidados intensivos.
Y por último en respuesta a mi pregunta sobre
el uso del BIS en los dos pacientes fue debido a que uno de los
pacientes tenía una perfusión continua de cisatracurio (bloqueante
neuromuscular) y el otro en el que he visto la monitorización BIS era el
paciente sometido a hipotermia terapéutica en el que además de administrársele
el bloqueante neuromuscular se precisaba un grado de sedación más profundo con
necesidad de controlar el nivel de dicha sedación.
Buisán Garrido F, Ruiz López N. (coord.). Índice Biespectral (BIS) para monitorización de la consciencia en anestesia y cuidados críticos: guía de
práctica clínica. SOCLARTD, 2008. Disponible en: http://www.soclartd.org.es/files/publicaciones/BIS_guia_clinica0.pdf
¿Que otros valores nos da el sensor Biss, como hemos de interpretarlos?
ResponderEliminarNos vemos