domingo, 14 de abril de 2013

HIPOTERMIA TERAPÉUTICA II

Si nos basamos en los procesos de transferencia de calor (radiación, evaporación, convección y conducción) según los cuales el calor fluye a favor del gradiente de temperatura por lo que el calor del cuerpo se disipa al ambiente siempre que el ambiente esté más frío que el cuerpo; podríamos emplear diferentes medidas físicas de enfriamiento para contribuir a la hipotermia terapéutica.

La radiación es transferencia del calor en forma de rayos infrarrojos. Según esto la perdida de calor se produce por la exposición de la piel al medio ambiente. Se trataría de un método “pasivo” para contribuir a la hipotermia, en el que se deja de calentar al paciente destapándolo, en el cual la disminución de la temperatura corporal del paciente dependerá de la temperatura ambiental.

La evaporación es la transferencia del calor al pasar un líquido a estado gaseoso, por lo que aquí el método de enfriamiento empleado sería la aplicación de paños fríos, sábanas húmedas con agua fría o toallas húmedas heladas sobre el cuerpo del enfermo. Sin embargo se trata de un método lento para obtener temperaturas menores de 34ºC que requiere el constante cambio de las medidas aplicadas.

Por otro lado basándonos en la convección, que supone la transferencia de calor por corrientes de aire aplicadas sobre una superficie, podrían emplearse ventiladores. No obstante puede no disponerse de ellos y producen gran incomodidad del paciente y requieren un alto nivel de sedación para tolerarlos.

Finalmente de acuerdo al principio de conducción, el cual es la transferencia de calor por el contacto entre dos objetos, existen diversas medidas, con el único inconveniente de que son los métodos de hipotermia inducida que podrían provocar tiritona en el paciente, lo cual se soluciona con la administración del relajante muscular que esté pautado. Este es el caso de la aplicación de bolsas de hielo protegidas sobre la superficie corporal del paciente, principalmente en axilas, tronco, ingles y debajo del cuello.

Otro de los métodos por conducción sería el lavado con SSF 0,9% frío (a 4ºC) a través de la sonda nasogástrica, el cual se introduce y tras 5 ó 10 minutos debe aspirarse para extraer el volumen introducido. Se debe vigilar la cantidad exacta de suero en los intercambios y considerarlo en el balance hídrico en caso de no aspirar la totalidad del suero introducido.
Otro modo por conducción para lograr la hipotermia consiste en el uso de sistemas de superficie bien con aire o bien con agua circulante, que han mostrado ser eficaces y necesitan entre 2 y 8 horas para conseguir el enfriamiento. Todos se componen de una unidad de control e inducción de hipotermia, que se conecta a las diferentes mantas o colchones que se colocan “arropando” al paciente y enfriándolo.
Según la bibliografía es uno de los métodos más eficaces para mantener de forma constante una temperatura por debajo de 34ºC, siendo el resto de los métodos expuestos más laboriosos y con necesidad de cuidados constantes para alcanzar el grado de hipotermia deseado. 


Como ya he descrito existen diferentes medidas que complementan a la perfusión iv con SSF frío para lograr que el paciente alcance una temperatura central entre los 32ºC y los 34ºC, en función de los medios disponibles y de la respuesta que se vaya consiguiendo en el paciente en cuanto a la disminución de su temperatura, será necesario aplicar algunas de estas medidas o no.



http://www.eccpn.aibarra.org/temario/seccion4/capitulo61/capitulo61.htm

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